viernes, 13 de junio de 2014

Aquellos recovecos


Además de un punto de encuentro, las plazas de mercado son el referente de las ciudades, de allí que haya que acudir a ellas si se pretende conocer sus realidades.
Los sábados, si el clima lo permite,  un buen plan es ir a la plaza de abastos de Santiago. 
No sé que me gusta más, si el trajín de las señoras intentando salir del género, los olores que brotan a lado y  lado de sus puestos de venta, las frutas frescas y a buen precio o las gentes celebrando que el día dio una tregua para un bien vino.
Ahí compiten el aroma de los fogones (pulpada, navajas y langostinos a la plancha) con las azaleas, demás flores y plantas.
Aunque la plaza es pequeña, de vez en cuando los despistados se pierden entre un establecimiento y otro.


Y justo a la salida, una vez se ha comparado y comprado lo presupuestado en la lista (nunca ir sin ella y un carrito de la compra) hay que refrescarse y conversar con los amigos en los bares de las esquinas, así toque de pie por la gran afluencia de clientes.
Las plazas de mercado y sus recovecos, una tradición que no se debe perder y el mejor plan de los sábados, insisto, si no llueve en Santiago.

Potdata: Se acerca la noche de San Juan, la noche mágica a ver que nos deparan estas fiestas a los que se dejan "embrujar" por ella. 

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