La historia de Antonio Ibañez es tan parecida a
las realidades de miles de familias españolas y no españolas: dejó de pagar la
hipoteca al banco desde que perdió el empleo y la “ayuda” solo le permite lo
necesario.
Antonio buscó empleo, todavía hoy lo sigue
buscando, pero están tan escasos que la última esperanza se desvaneció en estos
días con el NO de una empresa a la que le
había apostado.
Ese mismo día el banco le informó que aceptaba el
piso por la dación en pago.”Al menos me quito ese peso de encima”, dice con
tranquilidad al ver que la historia de su piso y la deuda desaparecerán y también
la de su casa del pueblo que respaldó el crédito del piso.
El banco consideró que la propiedad no era
suficiente para saldar la deuda, lo que quiere decir que Antonio se quedó en la calle, sin nada o más bien con el compromiso de
pagarles 200 euros al mes por el arriendo de su propia casa.
En nombre de la crisis los bancos se han cargado
vidas enteras, familias, esperanzas, ilusiones y lo peor es que cuentan con la aprobación
del gobierno.
En pocos sitios del mundo se rescatan a los
bancos y a la gente se echa a la calle. España no está dando buen ejemplo.
PD: la foto también es de Antonio.
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