En el afán de declarar un día para todo se
olvida que no se necesita una fecha para celebrar el Día de la Mujer. Y con
esto no quiere decir que esté en contra de las celebraciones.
Me refiero a que mañana, cuando sea un día normal y
corriente echamos al olvido a la mujer, a la madre, a la abuela, a la
amiga o a la compañera.
Estos días del calendario bien valen para reflexionar
sobre el papel de las mujeres en la época actual, sin olvidar eso sí las que
abonaron el terreno para que hoy tanto hombres como mujeres hablemos e
intentemos poner en práctica los derechos.
Fechas como hoy son para recordar a las
mujeres, y porqué no a los hombres, víctimas de la violencia de género. Son
días para reclamar leyes que no dejen a unos en situación de desventaja frente
al otro, porque al fin y al cabo todos somos iguales.
También es importante conmemorar a las mujeres
que han afrontado esta absurda crisis (económica y de valores), las que
impiden a toda costa que los bancos las desahucien y les quiten el techo de sus
hijos o las que han quedado sin empleo.
Días como hoy no quisiera escuchar a los políticos
(entre ellas a Cospedal, Mato, Botella, Cifuentes y Saén de Santamaria) de
este país hablar de reivindicaciones cuando son los que menos muestra han dado
de honestidad y credibilidad, al menos para mí no tienen legitimidad
alguna.
Días como hoy son para reconocer la labor que han
tenido las costureras, las palilleiras, la mujer rural, las científicas e investigadoras,
las maestras, las escritoras y otras tantas mujeres que han sentado las bases
para la transformación de la sociedad, las que solas o acompañadas nos
enseñaron que no somos mejores por ser mujeres, sino dueñas del mejor espíritu
de superación.
Como mujer no me es suficiente una proclamación de la ONU declarando el 8 de marzo Día Internacional por los Derechos de la Mujer y la Paz
Internacional. En estos 36 años no han disminuido las víctimas de
violaciones en la India, en Afganistán o en Colombia. En estas tres décadas las mujeres
de África no han vivido en mejores condiciones, como tampoco
han tenido opciones las mujeres de los pueblos indígenas de permanecer en
sus territorios o las víctimas del conflicto.
El día de la mujer no es solo hoy, son todo los días
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