Este
fin de semana son los carnavales, los oficiales, porque de carnaval en carnaval
estamos todo el año. Y no me refiero a las tramas, no, es carnaval y no quiero
aguarles la fiesta.
Estos
días son de tregua, tenemos licencia para ponernos las caretas,
aunque esas tampoco nos las quitamos. Y aprovechando que es Carnaval bien vale
hacerles unos ajustes, echarle más color y si es posible un poco de brillo para
que reluzcan más.
Los
carnavales, y me remonto a sus orígenes, son época de liberación, para
sacar todas la represiones, agobios y disfrutar porque de realidad tenemos y
mucho.
No
recuerdo la última fiesta de carnaval a la que fui. Lo que si no
puedo olvidar son las fiestas de Barranquilla con todo el jolgorio
Caribe, batallas de flores, danzas, algarabía y multiculturalidad
(representación del afro y el indígena revelándose a las imponencias del
blanco) bueno la multiculturalidad es otra cosa no mal interpretéis.
Otra
fiesta de Carnaval importante especialmente para los riohacheros, así como las
celebraciones del 2 de febrero, es la fiesta de los Embarradores, toda
una tradición que dio origen a un proyecto de ley para declararlo
Patrimonio Cultural de la Nación así como los Carnavales de Riohacha, los
primeros realizados esa región macondiana llamada la Costa Atlántica.
Este
año tampoco será el año para ir de carnavales, a lo mejor en otra oportunidad
por fin conozca los Entroidos que se realizan en la provincia de Ourense, que
también son una celebración muy reconocida en esta esquina de España.
Para
los que se van de asueto no olvidar la prudencia y seguir disfrutando que la vida sigue siendo un
CARNAVAL.
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