Cuando pensábamos que lo habíamos visto todo, cuando
ya era frecuente saborear el primer café del día con las noticias de las
argucias de los políticos de turno y el descubierto de una que otras
“trapalladas”, que se han convertido el pan nuestro de cada día, aparece un
personaje, y digo personaje porque lo es, a despertarnos de este letargo.
Rubén un oficial de la policía, un funcionario de a
pie que anda en metro y sabe lo que son los estrujones en los
vagones en las horas punta, es el hombre de la semana.
Los medios de comunicación del mundo entero lo han
buscado para entrevistarlo. Y es que Rubén, ese que mientras esperaba el tren
repasaba para el examen de ascenso, salvó la vida de una ciudadana.
Con astucia y sin despegarse de los apuntes, el
oficial saltó a los raíles, levantó a la señora que segundos antes había
perdido el sentido y su cuerpo fue a parar al carril donde se acercaba a toda
marcha la locomotora.
La rapidez con la que Rubén, de 38 años, actuó llevado
por el deber le permitió a la ciudadana recuperarse de las contusiones.
Ole por ti Rubén y por todos los funcionarios y demás
trabajadores que hacen lo propio para dar el buen ejemplo como a diario
lo hacen los profes, bomberos y policías; médicos y enfermeras,
jueces y hasta los funcionarios de las oficinas de empleo de las zonas más
apartadas de la geografía española y gallega que hacen de tripas corazón para
cumplir con su deber sí, pero también para que todo el que vaya en busca de
empleo, medicina, tratamiento médico o justicia no pierda las esperanzas.
Por los Rubén de este “cachito” de tierra
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