Escuchando
en la radio al profesor Rafael López Loureiro comprendí aun más a Adela
Cortina, la filosofa española, quien cree que “las
culturas al igual que las tradiciones nacen, se transforman y pueden morir
cuando carecen de capacidad para responder a los nuevos retos que el entorno
plantea”.
Al igual Tamagno (1997:183) me niego a creer que las culturas mueren y el Samhain es el mejor ejemplo para
demostrar que la cultura se mueve, es dinámica, fluye, va y viene. Pueden pasar
décadas que siempre está presente.
En la escuela de Cedeira, A Coruña, el
profesor enseña a los estudiantes la importancia de esta fiesta en las
tradiciones gallegas y su relación con el mundo celta de venerar a los
ancestros.
El Samhain, esa costumbre que llevaron los
irlandeses que emigraron a Estados Unidos dio origen a lo que hoy es el Halloween,
una celebración tan gallega como el Magosto o el Entroido.
Lo dicho: qué seríamos sin la cultura, sin los recuerdos de Halloween y sin los celtas?.
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