Hay quienes creen en la eternidad de los
sentimientos. En que se debe estar atado a algo para obedecer patrones que marcan la sociedad y la cultura.
O para cubrir carencias.
El amor se muda, cambia, se transforma y muchas
veces llega disfrazado de otras cosas o señales que mal interpretamos.
Sherow, mi diosa de ébano, dice que el amor
transforma a los seres que lo experimentan y también se transforma en él mismo.
Esta teoría me anima a pensar que el amor se
recarga pero qué pasa cuando al amor (ágape, filis y eros) lo consume la monotonía,
se cansa del hastío?
Al final somos nosotros mismos los que tenemos que
renovarnos y con ello nuestros sentimientos.
Posdata: ya que hablo de un tema tan espinoso como
el amor, informo que tengo sol, ahora falta la playa.
Abur y buen finde
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