El mundo está en vilo por lo que pueda pasar en Siria.
Después de
esperar que miles de personas perdieran
la vida en una guerra sin cuartel, que inició hace un poco más de dos años, la
comunidad internacional considera que una intervención militar es la mejor
opción.
Los que hoy ven
en la intervención a Siria una salida al
conflicto o más bien una respuesta al desafío de Bashar al- Asad recientemente dotaban de armas y preparación militar al país de Oriente Próximo.
En 2009 países como Alemania (Angela
Merkel no ha dicho esta boca es mía por temor a los resultados de las
elecciones), Grecia e Italia vendieron vehículos y aeronaves militares así como
armamento. En 2010 el turno fue para Reino Unido y Grecia con municiones,
dispositivos y aeronaves que hoy son utilizados para “machacar” a la población,
entre ellos, niños inocentes que nada tienen que ver con la guerra.
No hay explicación para que un padre de familia, el "líder" de un país sea el autor de
semejante matanza contra su pueblo.
La guerra la
libran los sirios sí, pero la pagaremos todos con la violencia inimaginable que se desencadenará. Aún
así hay que detener el terror antes de que sea demasiado tarde.
El negocio de la guerra es imparable, así mismo es el poder de destrucción del hombre.
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