La noche del 31 de diciembre recorriendo las calles de
Santiago contemplé en los bares el ánimo de las gentes saboreando la
última copa de vino antes de ir a casa a cenar.
De inmediato recordé las personas que esa noche nada
tendrían que celebrar porque lo han perdido todo.
Imaginé a unos durmiendo debajo de los puentes y a
otros buscando un lugar calentito para pasar la noche.
La situación económica en 2012 nos fastidió a todos.
Muchas familias perdieron sus casas, sus empleos y la ilusión de que sus
circunstancias mejoren.
En las situaciones más adversas
comprendes lo vulnerable que es la humanidad, un día lo tienes todo y al otro todo
aquello que conseguiste con esfuerzo se ha esfumado y no me refiero solo a lo material.
Esperemos que este año que inicia el panorama económico y social
de este país mejore un poco, que los políticos dejen de ganar menos y trabajen
más, ya es hora de que también pongan de su parte; ojalá este año no
haya tanta tragedia humana como el año pasado: desahucios, suicidios por los
desahucios, miseria, pobreza y recortes.
Muchos buenos deseos y propósitos para este año
PD: la imagen de este post hace parte de los regalos
que recibí el año pasado: mi sobrino Isaac.
2 comentarios:
hermoso esta ese bebé, otro mas de la colección para la tía
Ese es otro perrito, lo dicho toca ampliar la perrera.
Jajajjajaja
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