En pocos días dejo mi pisito de Santa Marta de Arriba, donde pasé muy buenos momentos, me nutrí, sané heridas, reí sola y acompañada, soñé y esperé.
Me voy al otro extremo de Santiago de Compostela con mi casa a cuestas, como el caracol, con mis maletas llenas de sueños, mis libros, mi música y lo que he vivido para afrontar nuevos retos y las oportunidades que me siga regalando la vida.
Me voy al otro extremo de Santiago de Compostela con mi casa a cuestas, como el caracol, con mis maletas llenas de sueños, mis libros, mi música y lo que he vivido para afrontar nuevos retos y las oportunidades que me siga regalando la vida.
Mi casa por ahora está aquí en Galicia, en Santiago, después aunque no tengo afanes, se verá.
Adiós Santa Marta de Arriba
No hay comentarios:
Publicar un comentario