Mapa en mano Cris y yo decidimos conocer Castilla y León. En verano se vale de todo, menos quedarse en casa. Hay que salir de vacaciones, así sea a la aldea más cercana.
Ese viaje lo recuerdo con especial cariño por la buena compañía de mi prima, las anécdotas, lo mucho que reímos y aprendimos. Ya habíamos visitado Avila y Segovía y era hora de ir a Salamanca.
Esa ruta literaria que nos llevó a la ciudad de la rana y la calavera, el ambiente universitario y esa plaza mayor, inspiración de muchos y cita de encuentro de todos, son imposibles de olvidar.
Fue allí donde adopté a mi Pitu, otra amiga inseparable de correrías y viajes y fue ahí donde comprendí que viajar al igual que la vida, es la mejor escuela.
PD: a toda la gente de Lorca, un abrazo con mucho cariño y solidaridad. Aunque sepas que la tierra se acomoda a diario, nunca piensas que lo hace tan cerca de ti.
Besitos a todos
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