domingo, 6 de marzo de 2016

Retrospectivas

Transcurrían los primeros meses del año 1973 y escasamente en los hogares de las zonas más apartadas de Colombia había un radio transistor que funcionaba con baterías. La radio era el único medio de comunicación en el que escasamente se escuchaba la programación de la Radiodifusora Nacional.

Quienes nacimos en esa década, muy lejos de donde se generaban los avances tecnológicos de la comunicación, todavía recordamos el día en que llegó la luz eléctrica al pueblo. Innumerables veces jugué con mis hermanos y primos en los postes. El tiempo que estuvieron tendidos en el suelo, con una tabla nos balanceábamos de lado a lado. Me imagino que todo iba despacio, porque además de las zanjas, los postes estuvieron unos cuantos meses sin instalar en las puerta de las casas. A varios amigos en Europa les cuento esta historia y me dicen que cuando ellos nacieron ya había luz eléctrica. Pues yo la vi llegar y eso me llena de orgullo.

Al  advenimiento de la energía eléctrica le siguió la televisión, primero en blanco y negro. La primera casa en la que se hicieran con un aparato se convertía en la casa comunal. Familias enteras reunidas en torno a ella, como si fuera el último invento de nuestros días.

Cuando pensábamos que lo habíamos visto todo, irrumpieron los ordenadores y con ellos la internet, los chat, las videoconferencias, la educación virtual. Ya no nos bastaba la pequeña “caja mágica” en color para descubrir el mundo. El mundo nos había descubierto a nosotros ofreciéndonos la posibilidad de comunicarnos, educarnos, informarnos, divertirnos a través de las Tecnologías de la Información y la Comunicación. TIC.

Las nuevas tecnologías han transformado nuestras vidas, lo que hacemos, pensamos, como nos comportamos, lo que consumimos. Lo mismo ha ocurrido en la educación con el cambio y actualización del currículo, equipos y formación del profesorado para que la escuela no se quede rezagada ante los cambios tecnológicos.


Aunque se ha avanzado en unos aspectos, la incursión de las nuevas tecnologías ha significado para las familias y los profesores nuevas responsabilidades y nuevos retos. Temas como el acoso y la violencia escolar son más visibles, la protección de la privacidad e integridad de las personas, especialmente de las niñas y niños nos altera y nos preocupa como también la inclusión y la calidad de la educación (virtual o no), temáticas que nos corresponden a todas y todos.

Cuatro décadas y unos cuantos años han pasado y las experiencias adquiridas en el ayer no riñen con lo tecnológico de hoy.  Una y otras confluyen y la vida sigue, debe seguir, como este blog que hay veces me abandona o lo abandono yo. Pero aquí estamos.

1 comentario:

Unknown dijo...

Bonitico
como la vida misma
como la lucha de amor odio que tenemos los periodistas con los blogs.