viernes, 11 de julio de 2014

Change

Hay quienes creen en la eternidad de los sentimientos. En que se debe estar atado a algo para obedecer  patrones que marcan la sociedad y la cultura. O para cubrir carencias.
El amor se muda, cambia, se transforma y muchas veces llega disfrazado de otras cosas o señales que mal interpretamos.
Sherow, mi diosa de ébano, dice que el amor transforma a los seres que lo experimentan y también se transforma en él mismo.
Esta teoría me anima a pensar que el amor se recarga pero qué pasa cuando al amor (ágape, filis y eros) lo consume la monotonía, se cansa del hastío?
Al final somos nosotros mismos los que tenemos que renovarnos y con ello nuestros sentimientos.
Posdata: ya que hablo de un tema tan espinoso como el amor, informo que tengo sol, ahora falta la playa.
Abur y buen finde

  

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