El nunca maís del Prestige

Y al sexto día el Prestige se hundió y con él 77 mil toneladas de fuel de origen ruso fueron a parar a  las costas galegas, el desastre ambiental más impactante en la historia de Galicia.

Hoy once años después de aquella catástrofe las heridas del pueblo gallego no han podido cicatrizarse, y como si no hay responsables y a lo mejor tampoco indemnizaciones.

No es posible que errores humanos como estos no tengan un castigo ejemplar, que no haya un juicio político, ni penal y especialmente arrepentimiento.

Los encargados del manejo de la situación, y no me refiero al capitán del buque Apostolos Mangouras, al ex director general de Marina Mercante, José Luis López-Sor y al jefe de máquinas del petrolero, Nikolaos Argyropoulos, quisnes fueron eximidos de responsabilidad alguna. Se trata de los ministros de Fomento Francisco Álvarez Cascos, quien se fue de  caza en plena tragedia ambiental; el ministro de Agricultura y Pesca Miguel Arias Cañete se hizo a un lado y el ministro del Interior de aquella época, Mariano Rajoy le quitó color al asunto.

Por sus buenas labores años después estos personajes son hoy presidente de gobierno, el uno es el ministro de los yogures caducados y Cascos, bueno es lo que hay. Mientras tanto en Galicia pescadores y habitantes de las poblaciones afectadas por el fuel se aferran  a que Nunca mais haya inxusticias como estas.