Cuando pequeña, el día de los niños, que antes era el de las brujitas, y la Navidad eran las fiestas del año en las que más ilusión guardaba en el corazón, como todos los niños.
Disfrutaba ver a los grandes animados a pintar el frente de sus casas, iluminar la calle, comprar los regalos y que nunca faltara el LP del año.
Los niños por su parte vivíamos en esa burbuja de la infancia, sin preocupaciones solo juegos, risas y ganas de que llegara el Niño Dios, aunque siempre supe que eran mis padres los que a media noche se levantaban a ponernos los juguetes en la cama. El pito de las muñecas los delataba.
Al crecer, las navidades son diferentes, dejamos de ser niños y nos perdemos de ese goce, esa ilusión y magia.
Me sigue gustando la Navidad y espero que me guste por los siglos de los siglos, aunque la de este año sí que es diferente. No sé si es porque las luces se han tardado en encenderse, por la crisis, o porque el espíritu navideño se olvidó de mí.
Disfrutaba ver a los grandes animados a pintar el frente de sus casas, iluminar la calle, comprar los regalos y que nunca faltara el LP del año.
Los niños por su parte vivíamos en esa burbuja de la infancia, sin preocupaciones solo juegos, risas y ganas de que llegara el Niño Dios, aunque siempre supe que eran mis padres los que a media noche se levantaban a ponernos los juguetes en la cama. El pito de las muñecas los delataba.
Al crecer, las navidades son diferentes, dejamos de ser niños y nos perdemos de ese goce, esa ilusión y magia.
Me sigue gustando la Navidad y espero que me guste por los siglos de los siglos, aunque la de este año sí que es diferente. No sé si es porque las luces se han tardado en encenderse, por la crisis, o porque el espíritu navideño se olvidó de mí.
Ver la ciudad sin los alumbrados la hace más fría y triste, por eso creo que no estamos en diciembre. Bien puede ser octubre.
Como manda la tradición ya tengo mi belén, uno de los reyes magos perdió una mano en los trasteos del año, pero aún así ya tengo mi belén y desde mañana rezaré la novena. Puedo dejar de creer en muchas cosas, pero no en la Novena.
Bo nadal y que la magia de la Navidad los ilumine siempre.
Como manda la tradición ya tengo mi belén, uno de los reyes magos perdió una mano en los trasteos del año, pero aún así ya tengo mi belén y desde mañana rezaré la novena. Puedo dejar de creer en muchas cosas, pero no en la Novena.
Bo nadal y que la magia de la Navidad los ilumine siempre.
1 comentario:
hola yos
el espiritu navideño sigue ahí, yo estuve pensando en este mismo tema ayer, y queria escribir un post, tu sabes que esta navidad para mi sin mi mama va a ser muy pero muy dura, porque solamente cuando uno pierde a su madre es cuando se convierte en adulto, y para mi esta es la primera navidad que no tengo ninguna ilusion.
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